Dioses de la cultura Muisca: descubre sus misterios y creencias

La cultura Muisca fue una civilización precolombina que habitó en el territorio que hoy conocemos como Colombia, específicamente en la región de los Andes Centrales. Esta cultura dejó un legado cultural muy importante, caracterizado por su avanzado conocimiento en agricultura, metalurgia y artesanía. Pero uno de los aspectos más fascinantes de los Muiscas es su religión y creencias, en las cuales los dioses tenían un papel fundamental.

Exploraremos la mitología Muisca y conoceremos a algunos de sus dioses más importantes. Descubriremos cómo estos dioses eran adorados y cómo influyeron en la vida cotidiana de esta antigua civilización. También aprenderemos sobre las ceremonias y rituales que se realizaban en honor a estos dioses, así como algunas de las leyendas y mitos que los rodean. ¡Prepárate para adentrarte en el fascinante mundo de los dioses de la cultura Muisca!

Índice
  1. Los muiscas adoraban a una gran variedad de dioses
    1. Algunos de los dioses más importantes de la cultura muisca eran:
  2. Chía era la diosa de la luna y la fertilidad
    1. El culto a Chía y sus rituales sagrados
    2. La importancia de Chía en la cultura muisca
  3. Bochica era el dios creador y civilizador
    1. Chía, la diosa de la luna
    2. Bachué, la madre de la humanidad
  4. Nemqueteba era el dios del sol y la guerra
    1. Los rituales de adoración a Nemqueteba
    2. El legado de Nemqueteba
  5. Sue era la diosa del agua y las lluvias
  6. Bachué era la diosa madre y la protectora de los niños
  7. Los muiscas realizaban ceremonias y sacrificios en honor a sus dioses
    1. Los rituales y ceremonias en honor a los dioses
    2. La importancia de los dioses en la vida cotidiana
  8. Muchos de sus dioses tenían animales sagrados asociados a ellos, como el águila y el tigre
  9. La religión muisca tenía una fuerte conexión con la naturaleza y el ciclo agrícola
    1. Los dioses principales de la cultura Muisca
    2. Las ceremonias religiosas de los muiscas
  10. Los muiscas creían en la vida después de la muerte y en la existencia de un paraíso llamado Iraca
    1. Los principales dioses de la cultura Muisca
  11. Preguntas frecuentes

Los muiscas adoraban a una gran variedad de dioses

Dioses de la cultura Muisca

Los muiscas, una antigua civilización precolombina que habitaba en la región central de Colombia, tenían una rica y compleja cosmovisión en la que la adoración a los dioses era fundamental. Su religión estaba estrechamente ligada a su forma de vida y a su relación con la naturaleza.

En la cultura muisca, existían numerosos dioses que representaban distintos aspectos del mundo y de la vida cotidiana. Estos dioses eran adorados y venerados a través de rituales y ofrendas, en busca de su protección y bendiciones.

Algunos de los dioses más importantes de la cultura muisca eran:

  1. Chiminigagua: el dios supremo y creador del universo según la mitología muisca. Era considerado el padre de todos los dioses y estaba asociado con el sol y la luz.
  2. Bochica: una deidad importante en la cultura muisca, era el dios de la sabiduría, la justicia y la ley. Se le atribuían la enseñanza de las artes y la agricultura, así como la creación de los primeros seres humanos.
  3. Nencatacoa: el dios de la guerra y la protección. Era adorado por los muiscas para obtener su favor en las batallas y para proteger sus tierras de los invasores.
  4. Sugamuxi: el dios de la fertilidad y la abundancia. Los muiscas le rendían culto para asegurar buenas cosechas y prosperidad en sus comunidades.

Estos dioses eran solo algunos ejemplos de la amplia variedad de divinidades que los muiscas adoraban. Cada uno de ellos tenía su propio culto y rituales específicos, y eran representados en forma de estatuas, cerámicas y pinturas.

La religión muisca era una parte integral de su identidad cultural y su forma de entender el mundo. La adoración a los dioses era una práctica diaria y se creía que los muiscas mantenían una estrecha relación con sus divinidades a través de la comunicación y los rituales.

Conocer y comprender la religión de los muiscas nos permite adentrarnos en su historia y en su visión del mundo. A través de sus dioses, podemos explorar los misterios y las creencias de una civilización fascinante y enigmática.

Chía era la diosa de la luna y la fertilidad

Relevancia cultural y misterio

La diosa Chía era considerada por los muiscas como la deidad de la luna y la fertilidad. Era adorada como una de las principales divinidades de su panteón religioso y jugaba un papel fundamental en su cosmovisión.

Según la mitología muisca, Chía era la madre de la humanidad y la responsable de la preservación y el crecimiento de la vida en la Tierra. Se creía que ella controlaba los ciclos de la fertilidad tanto en los seres humanos como en los cultivos, por lo que era invocada para asegurar buenas cosechas y la reproducción exitosa de los animales.

Los muiscas consideraban a Chía como una entidad benévola y protectora. Creían que ella velaba por el bienestar y la prosperidad de su pueblo, por lo que le rendían culto y le ofrecían sacrificios en agradecimiento por los dones que les otorgaba.

El culto a Chía y sus rituales sagrados

El culto a Chía se llevaba a cabo en templos especiales llamados "bohíos", que eran construcciones circulares o semicirculares hechas de piedra. Estos templos eran considerados sagrados y se encontraban en lugares estratégicos, como cimas de montañas o riberas de ríos.

Los rituales dedicados a Chía eran realizados por los sacerdotes muiscas, quienes se encargaban de llevar a cabo las ceremonias y ofrendas en honor a la diosa. Estos rituales incluían la quema de incienso, la realización de danzas sagradas y la presentación de ofrendas, que podían ser alimentos, textiles o joyas.

Además, se creía que Chía se comunicaba con los muiscas a través de los sueños y los oráculos. Por lo tanto, los sacerdotes también tenían la función de interpretar estas señales divinas y transmitir los mensajes de la diosa al pueblo.

La importancia de Chía en la cultura muisca

Chía era una de las deidades más veneradas por los muiscas debido a su influencia en la fertilidad y la vida. Su culto y sus rituales eran fundamentales para el bienestar y la prosperidad de la comunidad, ya que se creía que su poder divino aseguraba la abundancia de alimentos y la continuidad de la vida en todas sus formas.

Además, Chía también era considerada como una protectora de las mujeres y las embarazadas. Se le atribuía el cuidado de la salud y el bienestar de las mujeres durante el embarazo y el parto, por lo que las mujeres muiscas acudían a ella en busca de protección y ayuda.

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Chía era una diosa fundamental en la cultura muisca, venerada por su papel en la fertilidad y la preservación de la vida. Su culto y sus rituales eran vitales para el bienestar y la prosperidad de la comunidad, y su influencia se extendía a todas las áreas de la vida de los muiscas.

Bochica era el dios creador y civilizador

Bochica en su esplendor

Bochica fue considerado el dios más importante en la cultura Muisca. Según las leyendas, fue el encargado de crear el mundo y de civilizar a los humanos. Se le atribuye la enseñanza de la agricultura, la arquitectura y la creación de las leyes.

Bochica era representado como un hombre anciano con barba blanca y vestido con una túnica larga. Se le consideraba un ser sabio y justo, y se creía que controlaba el clima y los fenómenos naturales.

Una de las historias más conocidas sobre Bochica es la del Diluvio. Según la leyenda, Bochica advirtió a los humanos sobre un gran diluvio que destruiría el mundo. Les ordenó construir una gran embarcación para salvarse del desastre. Después del diluvio, Bochica castigó a los humanos por su corrupción y los transformó en aves que aún hoy se pueden encontrar en la región.

Chía, la diosa de la luna

Chía era la diosa de la luna en la cultura Muisca. Se la consideraba una diosa poderosa y protectora. Era representada como una mujer joven y hermosa, con una corona en la cabeza y vestida con túnicas blancas.

Los muiscas creían que Chía controlaba el ciclo lunar y que tenía influencia sobre la agricultura y la fertilidad. Se celebraban rituales en su honor para asegurar buenas cosechas y bendiciones en los nacimientos.

  • Chía era adorada en el templo de Suamox, ubicado en el actual territorio de Colombia.
  • Se le rendían tributos en forma de alimentos y ofrendas.
  • Los muiscas creían que Chía era una diosa benévola y que velaba por el bienestar de su pueblo.

Bachué, la madre de la humanidad

Bachué era la diosa madre en la mitología Muisca. Era representada como una mujer joven y hermosa, con largos cabellos y vestida con una túnica de colores vivos.

Según la leyenda, Bachué emergió de una laguna junto con un niño. Este niño creció y se convirtió en su esposo, y juntos tuvieron muchos hijos que poblaron la tierra. Se les atribuye la creación de la humanidad y la enseñanza de la agricultura.

  1. Se creía que Bachué y su esposo se transformaron en serpientes y regresaron a la laguna de donde habían surgido.
  2. Se le rendía culto en el templo de Iguaque, en la actual Colombia.
  3. Los muiscas consideraban a Bachué como la madre de todos los seres humanos y la protectora de la fertilidad y la abundancia.

Conclusión

Los dioses de la cultura Muisca eran adorados y reverenciados por su importancia en la creación del mundo y en la vida cotidiana de su pueblo. Bochica, Chía y Bachué eran solo algunos de los muchos dioses y diosas que formaban parte de su panteón. Estas deidades reflejan la rica y compleja cosmología de los muiscas y su profundo respeto por la naturaleza y el equilibrio en el mundo.

Nemqueteba era el dios del sol y la guerra

Dios Muisca en acción

Nemqueteba era uno de los dioses más importantes en la cultura Muisca. Representaba tanto al sol como a la guerra, y era adorado y temido por igual por el pueblo Muisca.

Según las creencias de los Muiscas, Nemqueteba era responsable de mantener el equilibrio entre el día y la noche, y se le atribuía el poder de controlar los ciclos del sol. Era considerado el padre de las estaciones y el encargado de garantizar la prosperidad de los cultivos.

Además de su papel en la naturaleza, Nemqueteba también era reverenciado como el dios de la guerra. Los Muiscas creían que él les otorgaba la fuerza y el coraje necesarios para enfrentarse a sus enemigos en la batalla. Se le realizaban sacrificios y se le pedía protección y victoria en las guerras.

Los rituales de adoración a Nemqueteba

Los Muiscas realizaban diferentes rituales para adorar a Nemqueteba y buscar su favor. Uno de los rituales más importantes era la "ceremonia del sol", en la cual se realizaban ofrendas al dios del sol y se llevaban a cabo danzas y cantos sagrados.

Otro ritual común era la "ceremonia de la guerra", en la cual los guerreros Muiscas se preparaban para la batalla. Se pintaban el cuerpo con pigmentos rojos y negros, símbolos de guerra, y realizaban danzas y cantos para invocar la protección de Nemqueteba en el combate.

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El legado de Nemqueteba

Aunque la cultura Muisca desapareció con la llegada de los conquistadores españoles, el legado de Nemqueteba y los demás dioses Muiscas perdura en la memoria y las tradiciones de los pueblos indígenas de la región.

Hoy en día, muchas comunidades indígenas continúan honrando a Nemqueteba y a otros dioses Muiscas a través de rituales y celebraciones. Estos actos de veneración son una forma de mantener viva la historia y las creencias de este antiguo pueblo, y de preservar su rica cultura para las generaciones futuras.

Fuente: ejemplode.com

Sue era la diosa del agua y las lluvias

Sue, conocida como Chie en algunas versiones, era una de las principales deidades en la cultura Muisca. Como diosa del agua y las lluvias, era venerada por su poder para proveer vida y fertilidad a la tierra.

Según las creencias de los Muisca, Sue habitaba en las profundidades de los lagos y ríos, desde donde controlaba el flujo del agua y las precipitaciones. Era considerada la madre de todos los cuerpos de agua y se le atribuía la responsabilidad de asegurar el equilibrio y la abundancia en la naturaleza.

Los Muisca le rendían culto a Sue mediante rituales y ofrendas. Realizaban ceremonias especiales para pedir su intervención y asegurar buenas cosechas y prosperidad. También se le atribuía la capacidad de purificar y sanar, por lo que los Muisca acudían a ella en busca de bendiciones y protección.

En las representaciones artísticas, Sue era retratada como una joven hermosa con largos cabellos azules y vestida con trajes hechos de algas y conchas marinas. También se le atribuía la capacidad de transformarse en diferentes formas, como animales acuáticos o nubes de lluvia.

La importancia de Sue en la cultura Muisca se refleja en la presencia de numerosos sitios sagrados dedicados a ella. Estos lugares incluyen lagos, ríos y cascadas, que eran considerados como espacios de conexión entre el mundo terrenal y espiritual.

Hasta el día de hoy, la figura de Sue sigue siendo venerada en algunas comunidades indígenas de Colombia. Su poder y simbolismo perduran como parte fundamental del legado cultural de los Muisca, recordándonos la importancia de respetar y proteger los recursos naturales.

Bachué era la diosa madre y la protectora de los niños

Bachué y los niños

La diosa madre por excelencia de la cultura Muisca era Bachué. Según la mitología de este pueblo indígena colombiano, Bachué fue la primera mujer en habitar la Tierra. Se dice que emergió de las aguas de una laguna sagrada junto a su compañero, el hombre primordial llamado Sua.

Bachué era considerada la madre de todos los seres vivos y la protectora de los niños. Se le atribuía la responsabilidad de asegurar la fertilidad de la tierra y garantizar el bienestar de la comunidad. Además, se creía que ella era la encargada de enseñar a los seres humanos las normas y valores morales que debían seguir.

Según la creencia muisca, Bachué y Sua procrearon a los primeros habitantes de la Tierra, y luego se convirtieron en serpientes para volver a las aguas sagradas de la laguna. Esta transformación simbolizaba el ciclo de vida y muerte, y se consideraba un acto de sacrificio por el bienestar de la humanidad.

La figura de Bachué fue venerada durante siglos por los muiscas, quienes la consideraban una deidad supremamente importante. Su imagen era representada con frecuencia en estatuas y objetos rituales, y se le rendían culto en ceremonias especiales.

Hoy en día, la figura de Bachué sigue siendo recordada y honrada como un símbolo de maternidad y protección. Su legado perdura en la cultura colombiana, y su historia nos invita a reflexionar sobre la importancia de la conexión con la naturaleza y el respeto hacia nuestros ancestros.

Los muiscas realizaban ceremonias y sacrificios en honor a sus dioses

Ceremonias y sacrificios muiscas

La cultura Muisca, que habitó el territorio que hoy conocemos como Colombia, tenía una rica tradición religiosa y creencias arraigadas en la naturaleza y el cosmos. Para los muiscas, los dioses eran seres supremos que gobernaban diferentes aspectos de la vida y eran venerados a través de ceremonias y sacrificios.

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Los muiscas creían en una tríada de dioses principales: Chiminigagua, Bochica y Nemqueteba. Chiminigagua era el dios creador y padre supremo, responsable de dar vida al universo y a todas las cosas. Bochica, por su parte, era el dios civilizador, quien les enseñó a los muiscas las leyes y normas para vivir en armonía. Nemqueteba, el dios del sol y la fertilidad, era adorado por su poder para asegurar buenas cosechas y prosperidad.

Los rituales y ceremonias en honor a los dioses

Los muiscas realizaban diferentes rituales y ceremonias para honrar a sus dioses y asegurar su favor. Uno de los rituales más importantes era el "Muhé", una ceremonia en la cual se ofrecían sacrificios humanos y animales. Estos sacrificios eran una forma de comunicarse con los dioses y mostrarles gratitud y devoción.

Además de los sacrificios, los muiscas también realizaban rituales de purificación y agradecimiento en diferentes momentos del año. Estos rituales incluían baños en ríos sagrados, ofrendas de alimentos y rezos. Durante estas ceremonias, los muiscas creían que establecían una conexión directa con sus dioses y obtenían su protección y bendiciones.

La importancia de los dioses en la vida cotidiana

Los dioses muiscas no solo eran adorados en ceremonias y rituales, sino que también tenían un papel fundamental en la vida cotidiana de la cultura. Los muiscas creían que los dioses intervenían en los diferentes aspectos de la vida, como la agricultura, la caza, la pesca y la salud.

Por ejemplo, para asegurar buenas cosechas, los muiscas realizaban rituales y ofrendas al dios Nemqueteba. Creían que al hacerlo, el dios del sol les otorgaría fertilidad y abundancia en sus tierras. De la misma manera, para obtener protección en la caza y la pesca, los muiscas honraban a los dioses relacionados con estos ámbitos y les pedían su favor.

Los dioses de la cultura Muisca eran seres supremos adorados y reverenciados a través de rituales y ceremonias. Para los muiscas, los dioses eran una parte integral de su vida y tenían un papel fundamental en su relación con la naturaleza y el cosmos.

Muchos de sus dioses tenían animales sagrados asociados a ellos, como el águila y el tigre

La cultura Muisca, también conocida como la cultura Chibcha, fue una antigua civilización que habitó en la región central de lo que hoy es Colombia. Esta cultura estaba profundamente arraigada en sus creencias religiosas y adoraban a una amplia variedad de dioses que representaban diferentes aspectos de la naturaleza y la vida cotidiana.

Entre los dioses más importantes de los Muiscas se encuentran aquellos que estaban asociados con animales sagrados. Uno de ellos era el dios del sol, conocido como Sué, quien era representado por un águila. Para los Muiscas, el águila era considerada un ser divino que simbolizaba la sabiduría y la conexión con el mundo espiritual.

Otro dios importante para los Muiscas era Bochica, quien era representado por un tigre. Bochica era considerado el dios de la sabiduría y la justicia, y se creía que era el encargado de impartir leyes y enseñanzas a su pueblo. El tigre, con su fuerza y majestuosidad, era el animal perfecto para representar a este poderoso dios.

Además de estos dioses, los Muiscas también adoraban a otros seres divinos como Chía, la diosa de la luna, y Nemqueteba, el dios de la fertilidad. Cada uno de estos dioses tenía un papel importante en la cosmología Muisca y se les rendía culto a través de rituales y ceremonias especiales.

La cultura Muisca tenía una profunda conexión con la naturaleza y creían que los dioses estaban presentes en cada aspecto de su entorno. Por esta razón, los animales sagrados asociados con los dioses eran considerados seres divinos y se les trataba con gran respeto y reverencia.

Los dioses de la cultura Muisca eran representados por animales sagrados como el águila y el tigre. Estos dioses tenían un papel fundamental en la vida de los Muiscas y se les rendía culto a través de rituales y ceremonias especiales. Sué, el dios del sol, y Bochica, el dios de la sabiduría, son solo algunos ejemplos de la rica y fascinante mitología de esta antigua civilización.

La religión muisca tenía una fuerte conexión con la naturaleza y el ciclo agrícola

Religión muisca y naturaleza

La cultura Muisca, que habitó la región de los actuales territorios de Colombia y parte de Venezuela, se caracterizó por tener una profunda conexión espiritual con la naturaleza y el ciclo agrícola. Sus creencias religiosas se basaban en la adoración de diferentes dioses, cada uno con atributos y funciones específicas.

Los dioses principales de la cultura Muisca

Dentro de la religión muisca, existían varios dioses principales que eran venerados y considerados como los principales protectores de su sociedad. Algunos de estos dioses eran:

  • Chiminigagua: Era el dios supremo de los muiscas, creador del universo y de todas las cosas. Se le atribuía el poder de dar vida y muerte, así como controlar los fenómenos naturales.
  • Sué: Dios del sol y la fertilidad, era considerado como el padre de todos los seres vivos. Se le rendía culto para garantizar buenas cosechas y prosperidad.
  • Chía: Diosa de la luna y el agua, era venerada por su papel en la fertilidad de la tierra y en la regulación de los ciclos de siembra y cosecha.
  • Bochica: Dios civilizador y legislador, enseñó a los muiscas el arte de la agricultura y el tejido, además de establecer normas sociales y morales.

Estos dioses eran adorados a través de rituales y ofrendas, en los cuales los muiscas buscaban obtener su favor y protección. Se creía que su intercesión era fundamental para asegurar la prosperidad y el bienestar de la comunidad.

Las ceremonias religiosas de los muiscas

Los muiscas realizaban diversas ceremonias religiosas para honrar a sus dioses y establecer una comunicación directa con ellos. Estas ceremonias se llevaban a cabo en lugares sagrados, como lagunas, ríos y montañas, que eran considerados como espacios de conexión con lo divino.

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Entre las ceremonias más importantes se encontraba el "Bochica", que consistía en una procesión en honor a este dios civilizador. Durante esta procesión, los muiscas llevaban ofrendas y realizaban danzas y cantos para expresar su devoción y gratitud hacia Bochica.

Otra ceremonia destacada era la "Chicha", en la cual se preparaba una bebida sagrada a base de maíz fermentado. Esta bebida era ofrecida a los dioses como forma de agradecimiento por las cosechas y como símbolo de unidad y comunión entre la comunidad.

La religión muisca era una parte fundamental de su cosmovisión y forma de vida. A través de la adoración a sus dioses y la realización de ceremonias sagradas, los muiscas buscaban mantener un equilibrio con la naturaleza y asegurar la prosperidad de su sociedad.

Los muiscas creían en la vida después de la muerte y en la existencia de un paraíso llamado Iraca

La cultura Muisca, también conocida como Chibcha, fue una civilización indígena que habitó en lo que actualmente es el territorio de Colombia. Esta antigua sociedad tenía una rica tradición religiosa y creencias sobre la vida después de la muerte.

Una de las creencias más destacadas de los muiscas era la existencia de un paraíso llamado Iraca. Según su cosmogonía, al morir, las almas de los muiscas viajaban hacia Iraca, donde podían disfrutar de una vida plena y feliz. Este paraíso se consideraba el lugar de descanso eterno y estaba reservado para aquellos que habían llevado una vida virtuosa y habían cumplido con sus deberes religiosos y sociales durante su vida en la tierra.

Los muiscas también creían en la existencia de dioses y deidades que gobernaban sobre diferentes aspectos de la vida y la naturaleza. Estos dioses eran considerados seres supremos y eran adorados a través de rituales y sacrificios.

Los principales dioses de la cultura Muisca

A continuación, se presentan algunos de los dioses más importantes de la cultura Muisca:

  1. Chiminigagua: considerado el dios supremo y creador del universo. Se le atribuía la creación de todo lo existente y se le rendía culto a través de ceremonias y ofrendas. Chiminigagua era representado como un ser divino que habitaba en el sol.
  2. Sué: dios de la fertilidad y de la agricultura. Los muiscas creían que Sué controlaba las cosechas y otorgaba abundancia a la tierra. Se le ofrecían sacrificios y rituales para asegurar buenas cosechas y prosperidad.
  3. Bochica: dios civilizador y legislador. Bochica enseñó a los muiscas el arte de la agricultura, la arquitectura y la organización social. Se le consideraba un dios bondadoso y sabio, y se le rendía culto a través de festivales y rituales.
  4. Nencatacoa: dios de la música y la danza. Nencatacoa era adorado por los muiscas a través de danzas y melodías. Se le atribuía el poder de alegrar los corazones y brindar armonía a la vida cotidiana.

Estos son solo algunos ejemplos de los dioses que los muiscas adoraban y veneraban. Su religión y creencias eran fundamentales en su vida diaria y en su visión del mundo.

La cultura Muisca dejó un legado importante en la historia de Colombia y sus creencias y tradiciones siguen siendo parte de la identidad de la región.

Preguntas frecuentes

¿Quiénes eran los dioses de la cultura Muisca?

Los dioses de la cultura Muisca eran seres divinos que representaban fuerzas de la naturaleza y elementos como el sol, la luna y el agua.

¿Cuántos dioses principales tenía la cultura Muisca?

La cultura Muisca tenía tres dioses principales: Chía, el dios del sol; Sué, el dios de la luna; y Bochica, el dios creador.

¿Qué papel desempeñaban los dioses en la cultura Muisca?

Los dioses de la cultura Muisca eran adorados y se les atribuían poderes para controlar fenómenos naturales, garantizar la fertilidad de la tierra y proteger a la comunidad.

¿Cómo se adoraban los dioses de la cultura Muisca?

Los dioses de la cultura Muisca se adoraban a través de rituales y ceremonias que incluían ofrendas de alimentos, tejidos y adornos preciosos, así como danzas y cantos sagrados.

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